Este verano nos apetecía hacer algo nuevo. Y aprovechando la
invitación que cada verano nuestra bloguera Marta Villar nos hace a sus tierras
almerienses, decidimos hacer el bautismo del buceo.
Cogimos el coche y nos dirigimos rumbo a la playa de “Los
Escullos”.
Una vez allí, lo primero y esencial para esta aventura es un poco de
teoría sobre el uso de las bombonas de oxígeno, el chaleco de aire y la
equipación que debes llevar puesta. ¡No puede faltar nada!
De calzado se deben llevar escarpines y aletas. Un neopreno
de cuerpo completo con capucha. Gafas de buceo y, por supuesto, la mochila con
la bombona de oxígeno.
Para empezar, es mejor ir introduciéndose en el mar por la orilla y sin prisa. Nos metieron hasta que nos cubriese por la cadera para probar por primera vez esa extraña sensación de respirar bajo el agua. Lo reconozco, me costó más de lo que pensaba. Puede ser que al principio sea un poco agobiante, pero, es normal, nunca lo habíamos hecho.
En el momento en que comienzas a nadar hacia el fondo, todo cambia. La respiración se queda en un segundo plano, y comenzamos a disfrutar del paisaje marino. Pudimos ver; estrellas, pepinos de mar, erizos (cuidado con ellos que pinchan y mucho!!), esponjas de mar y bancos de peces.
A
mí, una de las cosas que más me gustaron durante la inmersión, era mirar hacia
la superficie y ver ese azul clarito por el que pasaban los rayos de sol. Me
recordaba a la Sirenita.
Y sin darnos cuenta, tras 40 minutos, acababa nuestro paseo
por el fondo del mar. La sensación al salir era de relax y emoción al mismo
tiempo. Una experiencia totalmente recomendable.
Fotos alrededores de Cabo de Gata:
Parque natural donde se encuentran las playas de Los Genoveses y Mónsul. |
Playa de los Genoveses. |
Al finalizar la aventura, nos invitaron a probar una cerveza artesana de Cabo de Gata. Muy rica. |
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